Siempre tenemos una imagen de Jesús lleno de amor y compasión, el Jesús de la paciencia y de la misericordia, pero en este pasaje del evangelio vemos a un Jesús distinto porque dice la Palabra "... hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del templo...". ¿Qué es lo que sucedió?.
El mismo texto nos responde recordando, por parte de sus discípulos la Escritura "...El celo por tu casa me consumirá...".
Esta actitud de Jesús responde entonces a la purificación del templo, y uno podría pensar que entonces aquí el Señor actúa como los sacerdotes del templo o los fariseos, donde los más importante es el templo sin tener en cuenta a las personas. Pero no es así.
Jesús quiere purificar lo que está en el corazón del templo del hombre, en su vida. El Señor no quiere que se confunda y tras la imagen del templo se oculten muchas cosas del corazón del hombre, porque el Señor quiere la purificación del corazón del hombre para que el culto que le rinde a Dios sea desde lo profundo y con toda pureza.
Que el templo no se transforme en un verdadero "mercado de ventas", que las riquezas no sean para un lucro sino para la atención de los pobres y de aquellos que tienen necesidades.
Esto nos tiene que hacer reflexionar desde diversos puntos de vista:
1.- Cuando voy al templo a participar del Santo sacrificio de la misa ¿llevo mi corazón purificado?, ¿busco esa purificación por medio del sacramento de la confesión?
2.- La participación en el templo no debe de servir para "aquietar mi interior" por el cumplimiento sino por un verdadero cambio en mi vida, por una profunda conversión.
3.- ¿Puedo asistir al templo si en mi corazón hay odio, falta de perdón. Puedo dar la paz a los demás en la asamblea si no hay perdón dentro mío?. cuantas veces en el seno de la Iglesia excluimos, criticamos y apartamos...
4.- Y también para quienes somos los ministros del templo: ¿Es la primera preocupación el asistir a los que tiene mayores necesidades? o muchas veces estamos en busca de "lindas cosas" pero poca caridad?. ¿Somos transparentes en todo lo que recibimos en el templo y damos siempre cuenta a los fieles de la utilización de fondos que dona la misma gente para las obras de caridad? (cuánto cuesta esto y sin embargo está en la ley de la Iglesia en el Derecho Canónico... la obligación de rendir cuentas al pueblo de Dios). Fíjate en cuántas comunidades se ofrece un detalle de ingresos y egresos y lo utilizado para obras de caridad. Es por esto que el mismo Papa Francisco busca una transparencia económica en la iglesia. Da cumplimiento a lo que dice hoy la Escritura.
Purifiquemos entonces nuestro templo interior y exterior, esto es lo que agrada al Señor, así podremos con toda dignidad celebrar al "Santo de los Santos" en cada templo y en cada Eucaristía.
RECORDEMOS:
¿No sabéis, que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? (1 Cor 3, 16). Y en otro lugar de la misma epístola: ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis? (1 Cor 6, 19).
NO OLVIDEMOS ESTO PARA UNA PURIFICACIÓN INTERIOR Y EXTERIOR.AMÉN.
El Señor los bendiga en este día y nos ayude a todos a purificarnos en profundidad.
Que tenga un día bendecido en el Señor.
No se olviden, hoy de sonreír y de disfrutar en plenitud con su familia
P.Jorge Domínguez s.c.