"... En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: "Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco." Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma..."
Palabra del Señor
Qué linda imagen la de Jesús que, él, también necesita descansar y necesita un momento para orar y para encontrarse con su Padre Dios.
Todos necesitamos descansar para reparar las fuerzas y continuar la labor. También el misionero necesita momentos de quietud. Jesús se muestra profundamente humano con sus discípulos. Ellos han regresado de la misión y le han contado, entusiasmados o preocupados, lo que habían "hecho y enseñado". Indudablemente la labor tuvo que ser agotadora. Jesús les invita a descansar en un sitio tranquilo, porque la multitud los acosa. Sin embargo, la gente los descubre y los sigue. Es tal la fama de Jesús que todos quieren escucharlo y sentirse liberados de toda clase de dominación.
Muchas veces nuestras actividades, aún de caridad, en los grupos, en las parroquias, en el ministerio sacerdotal no dejan lugar para el encuentro con el Señor. Se necesita poder "recargar" las fuerzas para continuar con la labor. Y ese es el momento de la unión íntima con Dios. ES muy fácil que la gente se acerque para "hacer" que para "orar".
Este pasaje es el preámbulo para la gran narración de la multiplicación de los panes. Marcos descubre el corazón de pastor compasivo de Jesús. También pasa entre nosotros. Hay momentos en que necesitamos descansar pero los compromisos nos apabullan. Es necesario encontrar un punto de equilibrio entre el descanso y la actividad. También necesitamos tiempo para orar, estudiar, compartir con los demás.
Jesús siente "Compasión" es decir se pone en nuestra situación para acompañarnos, él mira nuestro cansancio y nuestro dolor.
Señor a lo largo de este día quiero descubrir y sentir tu mirada de compasión en mi vida para poder sentirte a mi lado acompañándome.
Hoy no dejaré que las actividades, las preocupaciones me quiten tiempo para estar "en intimidad" contigo".
Quiero descansar en ti,Señor, y sentir en todo mi ser tu presencia que calma, que llena de paz. Allí quiero "recargar mi vida" saciándome de tu amor.
En la Eucaristía te encuentro Señor. Amén.
Que Dios les bendiga en este día y que este sábado sea una ocasión para poder "descansar en el Señor". Bendiciones.
P. Jorge Domínguez S. C.