Ser Rechazado

Jesús es rechazado "Así también harán padecer al hijo del hombre"

Mt 17,10-13

Ser rechazado puede generar un sentimiento negativo en nuestras vidas.
Pedimos al Señor liberación:

El rechazo suele dejar marcas en la autoestima. Todavía más cuando en la infancia la persona se ha visto rechazada por sus padres. En este caso las marcas pueden ser bastante profundas e influenciar el comportamiento para el resto de la vida, caso la persona no perciba ni trate ese sentimiento.

El rechazo puede producirse de varias formas: Hijos abandonados por los padres, dados en adopción, hijos que se sienten postergados y perciben a otro hermano como más querido, hijos que son criticados en demasía, no elogiados y comparados negativamente con otros niños.

En la vida adulta, el rechazo ocurre también de otras maneras: matrimonios desbaratados, noviazgos rotos unilateralmente, pérdida de empleo o cargo, humillaciones y tratamientos discriminatorios en el trabajo, amistades deshechas...
Pero ¿por qué duele tanto el ser rechazado? Lo que ocurre cuando alguien es rechazado, o se siente rechazado por alguna actitud de una tercera persona, es la aparición de un sentimiento de minusvalía. “¿Por qué mi madre me abandonó y no me crió? ¿Por qué Fulano era preferido? No lo entiendo... ¿Por qué fulano me ha dejado? ¿Por qué Fulano, que era tan amigo mío, ahora procede de tal forma?” La persona rechazada, en el fondo, acaba sintiendo que hay algo equivocado en sí misma.

Ese sentimiento de la persona rechazada, de que parece que hay algo equivocado en ella, la mayoría de las veces no es bien percibido. Esa es la causa mayor del dolor: considerar que el rechazo se ha producido porque hay un “defecto” en la persona y esto la ha llevado a ser descartada, despreciada, abandonada, rechazada. La persona busca la explicación, no la encuentra, e, inconscientemente, es llevada a sentir que hay algo erróneo en ella que ha hecho a la otra persona rechazarla.
¿Y cuando alguien es la parte que ha sido dejada en la relación amorosa? Es terrible, el sentimiento de rechazo surge con toda la fuerza. La persona que se va dice cosas tales como: “El problema no eres tú, soy yo... la cosa es conmigo, no estoy en un buen momento, tú mereces persona mejor ...” Hasta es una forma de tener cuidado con el otro, pero... esas palabras no suavizan en nada el sentimiento de rechazo en la otra parte. La persona queda preguntándose el por qué de aquello, no comprende, y, a fin de cuentas, queda implícito: “Hay algo equivocado en mí, no soy lo suficientemente bueno.”
Imagínese acarrear ese sentimiento desde la infancia por el rechazo de los padres: “Yo no tengo valor, hay algo equivocado en mí, sin duda esto es lo que merezco...” Eso va a generar otros sentimientos como el de culpa, por ejemplo. Sentirse culpable por no ser una persona lo suficientemente buena, por no corresponder a las expectativas de los padres...

Produce además una necesidad constante de la aprobación de los padres. El hijo se esfuerza, intenta agradar, continúa sin el reconocimiento, intenta nuevamente agradar, y nuevamente agradar... Se convierte en una búsqueda eterna de aprobación. Ese comportamiento también puede darse en la relación de pareja, con amigos, y asimismo en el trabajo.

Otras consecuencias del rechazo son la rabia y el resentimiento. Como la actitud de rechazo hace que la persona se sienta menos, y esto es bastante doloroso, es natural defenderse albergando rabia contra el otro.
Cualquier sentimiento negativo puede ser superado, la mejor forma de hacerlo es la siguiente. Primero, recordar acontecimientos en tu vida en los que te has sentido rechazado: recuerdo de tus padres criticándote, recuerdo de los padres elogiando al hermano preferido, recuerdos de relaciones rotas por la otra persona, recuerdos de acontecimientos sucedidos en el trabajo... En fin, enumera en un papel todos los acontecimientos en que te has sentido rechazado.

Por eso es importante limpiarse:

-Aunque le tenga rabia a Fulano, que me ha rechazado en tal ocasión (es siempre importante aplicar la técnica al recordar acontecimientos específicos)

Repite: yo me acepto profunda y completamente.

-Aunque esté resentido con Fulano a causa de ese acontecimiento...
-Aunque yo no comprenda por qué ha ocurrido eso...- Aunque yo sienta que hay algo equivocado conmigo...
-Aunque yo me sienta culpable por haber causado eso...
-Aunque yo no haya sido lo suficientemente bueno...
-Aunque yo sienta tristeza...

Observa exactamente qué es lo que sientes y crea tus frases de forma personalizada, esto te aportará resultados mejores. A cada ronda podrás percibir cómo surgen nuevos sentimientos, entonces no tienes más que reformular las frases.

Señor ayúdame a superar el rechazo y que no sea una carga para mi vida.
Limpio hoy mi vida de frases o imágenes de rechazo con el poder y la sangre de Cristo.
hoy me libero de esa carga de rechazo y tendré un día en libertad.amén.

Bendiicones.

Padre Jorge