Lucía
no está segura de cuando ocurrió la tercera aparición del ángel, ella cree
recordar que fue a finales de Septiembre o Octubre de 1916. Habiéndose dirigido
a Cabeco con sus rebaños, y estando más atentos a las palabras del ángel, ellos
se arrodillaron inmediatamente para orar la oración que les enseño el ángel:
Dios mío, yo creo en ti, yo te adoro…etc.
Después
de haber repetido esta oración no sé cuántas veces vimos a una luz extraña
brillar sobre nosotros. Levantamos nuestras cabezas para ver qué pasaba. El
ángel tenía en su mano izquierda un cáliz y sobre él, en el aire, estaba una
hostia de donde caían gotas de sangre en el cáliz. El ángel deja el cáliz en el
aire, se arrodilla cerca de nosotros y nos pide que repitamos tres veces:
Santísima Trinidad, Padre,
Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente, y te ofrezco el precioso cuerpo,
la sangre, el alma y la divinidad de Jesucristo, presente en todos los
tabernáculos del mundo, en reparación de los sufragios, sacrilegios e
indiferencia por medio de las cuales Él es ofendido. Y por los méritos
infinitos de su Sagrado Corazón y por el Inmaculado Corazón de María, pido
humildemente por la conversión de los pobres pecadores.
Después
se levantó, tomó en sus manos el cáliz y la hostia. La hostia me la dio a mí y
el contenido del cáliz se los dio a Jacinta y a Francisco, diciendo al mismo
tiempo,
Tomen y beban el Cuerpo y
la Sangre de Jesucristo terriblemente agraviado por la ingratitud de los
hombres. Ofrezcan reparación por ellos y consuelen a Dios.
Una
vez más él se inclinó al suelo repitiendo con nosotros la misma oración tres
veces: Oh Santísima Trinidad…etc. y desapareció. Abrumados por la atmósfera
sobrenatural que nos envolvía, imitamos al ángel en todo, arrodillándonos
postrándonos como él lo hizo y repitiendo las oraciones como él las decía.
Fue
de esta forma en la que fueron catequizados en oración, sufrimiento por
reparación, y en la doctrina de la Santa Eucaristía, y fortalecidos por el Pan
de Ángeles, que los niños de Fátima fueron preparados para la visita de la
Reina de Portugal, la Inmaculada Virgen María.