¿Para qué Cristo, un día, iluminó mi Vida?

San Marcos 4, 21-25

"... Les decía también: «¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho? ¿No es para ponerla sobre el candelero? Pues nada hay oculto si no es para que sea manifestado; nada ha sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto. Quien tenga oídos para oír, que oiga». Les decía también: «Atended a lo que escucháis. Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará..."

Con estas dos parábolas, Cristo quiere enseñarnos cómo hay que instaurar su Reino.

Con la comparación del candil nos quiere decir que Él es la luz de este mundo que guiará nuestros pasos por esta vida y que no quedará oculta su luz sino que será nuestra manifestación. Con la comparación de la medida nos dice que con la misma mesura que utilicemos para los demás así se nos medirá.
Sin embargo estas parábolas también tienen una aplicación muy concreta para nuestra vida. Porque Cristo también nos dice a nosotros: "vosotros sois la luz del mundo" y quiso de esta forma hacernos partícipes de su luz para iluminar a otros hombres con la luz del evangelio. 

Creer en Cristo por tanto, es aceptar en nosotros su luz y a la vez comunicar con nuestras palabras y nuestras obras esa misma luz a toda la humanidad que anda a oscuras. Por eso cabría preguntarnos si somos nosotros luz que ilumina a los demás con nuestro testimonio en saber escuchar a los demás, en perdonarles cuando nos han ofendido, en prestarles nuestra ayuda cuando lo necesiten, etc. O por el contrario somos malos conductores de la luz de Cristo. 

Mira a tu alrededor en tu casa, tu familia, en el trabajo y verás que muchas personas están en situación de oscuridad y que necesitan que alguien ilumine sus vidas, ese alguien es Cristo a través de tu personas. Es la misión que tienes como cristiano.
No puedes ocultar tu "identidad" como cristiano (no se enciende una lámpara para ponerla debajo de la cama).
Si el Señor llegó a tu vida es porque a su vez él quiere que tu lo acerques a la vida de los demás.

No dejes de hacerlo hoy.

Al final del día podrás preguntarte: ¿a cuántas personas, hoy, iluminé con la luz de Cristo?

Que este día de luz sea para encender en el corazón de los demás.

Ahora que estás comenzando el día, que preparas todas tus cosas, ya sea para ir a trabajar o para disfrutar en la playa o en la montaña si estás de vacaciones, prepara también tu misión y programa HOY ILUMNARÉ CON LA LUZ DE JESÚS A ...................... (escribe aquí el nombre de esa persona).

El Señor los bendiga con su luz y su amor y los llene de paz.
Bendiciones. 

P. Jorge Domínguez S. C.