María, Rosa Mística

"Nuestro Señor me envió para implantar una nueva devoción Mariana en todos los institutos, tanto masculinos como femeninos, en las comunidades religiosas y en todos los sacerdotes. Yo les prometo que si me veneran de esta manera especial, gozarán particularmente de mi protección, habrá un florecimiento de vocaciones religiosas. Deseo que el día 13 de cada mes se me consagre como día Mariano y los doce precedentes sirvan de preparación con oraciones especiales."
"En ese día derramaré sobreabundancia de gracias y santidad sobre quienes así me hubiesen honrado. Deseo que el 13 de julio de cada año sea dedicado en honor de Rosa Mística".

Su Festividad: 13 de Julio
La Rosa simboliza desde antiguo misterio. En la catacumba de San Calixto (siglo III) los cristianos dibujaron rosas como signo del paraíso. Cipriano de Cartago escribe que es signo del martirio.

En el siglo V ya la rosa era signo metafórico de la Virgen María. Edulio Caelio fue el primero en llamar a María ««rosa entre espinas»». Cuatro siglos después el monje Teofanes Graptos usa el mismo símil refiriéndose a la pureza de María y a la fragancia de su gracia.
Para Tertuliano y S. Ambrosio la raíz representa la genealogía de David; el brote es María y la flor, rosa, es Cristo. (Rosa de Sarón).
Desde el medioevo se refiere al texto de Isaías: ««saldrá un vástago del tronco de Jesé y un retoño de sus raíces brotará" como referente a María y Jesús. También, del libro de Sabiduría: "He crecido como una palma de Engadi como un rosal en Jericó". Como hemos visto la veneración a la Rosa Mística se remonta a los primeros siglos del cristianismo.
Vemos también en el himno “Akathistos Paraclisis” de las iglesias del Oriente, el cual es una especie de rosario cantado, la invocación: “María, Tú, Rosa Mística, de la cual salió Cristo como milagroso perfume.” Podemos ver también como en las Letanías Lauteranas (1587), en honor a la Santísima Virgen, ya traen el título de María Rosa Mística.

Desde el año 1738, en la diócesis de Speyer en Alemania, en el Santuario de Rosenberg, se venera la milagrosa imagen de la “Rosa Mística.” En el pedestal que sostiene a la imagen están pintadas tres rosas: una blanca, una roja y una dorada y en el halo luminoso que la rodea, se destacan tanto a la derecha como a la izquierda, 13 rosas doradas; lo cual nos puede hacer pensar en que la Virgen es honrada cada 13 de Julio como María Rosa Mística; ¿coincidencia? No más bien providencia. La devoción a la Rosa Mística recibe su auge a partir de las apariciones en Montichiari, pero como hemos visto, ya estaba presente en la vida de la Iglesia. Era Mariana La Santísima Virgen María, de manera especial se ha manifestado a la humanidad y cada vez con mayor urgencia y frecuencia. El inicio de la Era Mariana, como se conoce esta época en que vivimos, tuvo lugar con la aparición de la Virgen en el 1830 a Santa Catalina Labouré a quien le reveló la Medalla Milagrosa, aparición en la que la Santísima Virgen regaló a la Iglesia el don de uno de los sacramentales marianos más importantes. Desde ese momento, la Virgen Santísima una y otra vez ha venido a visitarnos con el propósito de ayudarnos, alertarnos y llevarnos a su Hijo.
En cada una de las apariciones que sucedieron a la Medalla Milagrosa: Lourdes, Pointman, Baneaux, Beaurang, La Salette, Fátima, vemos como la Virgen constantemente hace un llamado a la conversión, a la oración y a la penitencia.


La Virgen se aparece a Pierina en dos etapas:

1.       La primera en Montichiari,
2.      Más tarde en un campo cercano llamado Fontanelli (pequeña fuente)

Cuando Pierina pidió un Milagro, la Virgen le dijo: “No haré ningún milagro externo. El milagro más evidente ocurrirá cuando estas almas consagradas que desde hace tiempo y especialmente en el período de la guerra, se han relajado tanto en el espíritu casi hasta traicionar su vocación y atraer con sus graves culpas castigos y persecuciones, como ocurre actualmente contra la Iglesia; cesarán de ofender gravemente a Nuestro Señor y volverán a revivir el primitivo espíritu de los Santos Fundadores.” Precursora del Concilio Vaticano II: Esta última frase: “volverán a revivir el primitivo espíritu de los Santos Fundadores”, nos hace recordar las mismas palabras con las que la Iglesia, en el Concilio Vaticano II se dirigió a los religiosos en su documento “Perectae caritatis”. Además la Virgen de manera especial se manifestó como la Madre de la Iglesia, título que posteriormente, Su Santidad el Papa Palo VI, le da a la Virgen al final de la tercera sesión del Concilio el 21 de noviembre de 1964, cuando declaró:
“Así pues, para gloria de la Virgen y consuelo nuestro, Nos proclamamos a María Santísima, Madre de la Iglesia, es decir, Madre de todo el Pueblo de Dios tanto de los fieles como de los pastores que la llaman Madre amorosa y queremos que de ahora en adelante sea honrada e invocada por todo el pueblo cristiano con este gratísimo título” Por estas razones pudiéramos decir que esta aparición de nuestra Señora preparó el camino para el Concilio.

Existe una relación entre la Rosa Mística y la Divina Misericordia. Vemos como, en los mensajes nuestra Señora menciona con frecuencia su intervención para que el Señor derrame su misericordia sobre todos los hombres. La aparición en Fontanelle el 17 de abril del 1966 es muy iluminadora en este sentido. La Virgen escogió el segundo domingo después de Pascua y, como bien sabemos, Jesús le pidió a Santa María Faustina que se estableciera la Fiesta de la DivinaMisericordia el segundo domingo de Pascua. Es decir que, María Rosa Mística se apareció el domingo de la Divina Misericordia para ¿hacer qué? Para bendecir una fuente que se convertiría desde ese momento en “Fuente de la Gracia”.
El Corazón Misericordioso de Jesús es la fuente de donde brotan el Agua y la Sangre que nos dan la gracia de la salvación y redención. El Señor, a través de la Virgen Santísima, bendice esta fuente para que a través de ella se derrame sobre los hombres las gracias de su redención y su amor. 17 de abril 1966: Primera aparición en Fontanelle.

Pierina rezaba el rosario paseándose en el camino, a poca distancia de la gruta.
La vidente descendió de espalda y arrodillada y la Virgen la siguió, sus inmaculados pies os ó "besa las gradas, y haz levantar de aquí un crucifijo” señalo con la mano izquierda el punto preciso en donde debía ser colocada. "Que los enfermos y todos mis hijos pidan ante todo perdón a mi divino Hijo. Besen con mucho amor la cruz y luego saquen agua de la fuente y beban”.

La celestial señora se acercó a la fuente y mandó a Pierina: "Coge barro en las manos y luego lávate. Esto te debe mostrar como el pecado es lodo y suciedad en el corazón de mis hijos pero sí se bañan con el agua de la gracia, las almas quedan purificadas y otra vez dignas de la amistad de Dios”.

Se inclinó, tocó con sus manos la fuente en dos lugares y prosiguió: "Es preciso que se haga conocer a todos mis hijos los deseos de mí Hijo Jesús, comunicados en 1947 y los mensajes que di en la Iglesia de Montichiari. Deseo que los enfermos y todos mis hijos acudan a esta fuente milagrosa. Tu misión está en este lugar en medio de los enfermos y de quienes necesiten de tu ayuda".